Bola acero AISI 52100 BILLE-0,397
Materia : Acero al cromo AISI 52100
Las bolas de rodamiento se utilizan para reducir la fricción y facilitar el movimiento en diversas aplicaciones mecánicas. Garantizan la rotación suave de las piezas móviles, prolongan la vida útil de los componentes mecánicos y mejoran la eficacia de los sistemas.
Son un accesorio mecánico esencial para el buen funcionamiento de rodamientos de bolas, cojinetes lisos y sistemas de guías lineales.
La sustitución de las bolas de un rodamiento puede considerarse una operación delicada que requiere cierta precisión y cuidado. Para ayudarle en esta operación, encontrará todas las etapas en nuestra guía "Cómo sustituir las bolas de un rodamiento".
No dude en consultar a un profesional si necesita asesoramiento. Nuestro equipo Good Bearings también está a su disposición para responder a todas sus preguntas.
La elección del material de la bola depende del uso específico de su aplicación. Una bola puede ser de acero, acero inoxidable, cerámica, vidrio o plástico, por ejemplo. Las características del material de la bola (dureza, carga, resistencia química, etc.) le permitirán definir el uso para el que elige una bola determinada.
Asegúrese siempre de seleccionar bolas de rodamiento adecuadas para las cargas axiales y radiales que debe soportar el rodamiento.
Las bolas de rodamiento se utilizan en diversos sectores y ámbitos de actividad. Se utilizan sobre todo en el campo del arte y la escultura. También pueden utilizarse en la industria del automóvil, la maquinaria industrial, los electrodomésticos, la aeronáutica, los equipos médicos, los vehículos ferroviarios, los equipos deportivos y la construcción, por ejemplo.
En todas las aplicaciones, desempeñan un papel vital en el rendimiento, la durabilidad y la eficacia de los equipos mecánicos. Garantizan el buen funcionamiento de máquinas y sistemas.
En primer lugar, para mantener una bola de rodamiento, puede lubricarla regularmente con un lubricante adecuado para el material de su bola.
A continuación, hay que respetar las características de la bola. Dependiendo de su material y de su capacidad de carga, en particular, su uso es diferente. Por tanto, adapte la bola al uso previsto para no dañarla innecesariamente.
Proteja el entorno para evitar que el balón se corroa (entorno limpio, seco y alejado de la humedad, sin productos químicos agresivos, etc.).
Cambie la(s) bola(s)periódicamente según las recomendaciones del fabricante de su aparato, equipo y/o aplicación.